25 julio 2011

Playa y montaña.

Después de un año sigo recordándolo y pienso en las noches en que buscaba aquella luna rodeada de negrura y a la vez, de belleza. Ahora entiendo que nunca la volvería ver hasta que fuera otro momento único, que lo cambiase todo. Que caprichoso el destino cuando, tras tanto tiempo y a más de 1000km de distancia, consigue que se repita la misma imagen en un paisaje tan distinto y, que sienta algo tan similar que provoque mi locura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario